La pequeña revolución de los años 60

Rubita de corazón contento y ojos azules casi cristalinos, mirada chispeante, sonrisa pícara. Ídolo de niños, reconocida por adultos. Inocentemente carismatica, hasta el punto de crear una admiración que no entiende de edades. Malagueña salerosa, amante de la vida, de las multitudes, de la música. De voz dulce y melodiosa. Artista del septimo arte y protagonista de canales televisivos. No alcanzaba metro y medio del suelo cuando consiguió convertirse en la niña prodigio de los años 60. Un rayo de luz en la vida de muchos niños de su época. Si la vida hubiese sido una tómbola, ella habría ganado el primer premio.
Su vida puede contarse a través de los titulos de sus canciones, algo que hace que una vida cobre un sentido especial.