Prácticas de futuro

La asignatura de habilidades de la comunicación oral y escrita es una asignatura muy práctica, que trata de estudiar y analizar la forma en la que escribimos y hablamos.

 El tema que estamos tratando ahora mismo en clase es el del lenguaje y la comunicación. Esto de la comunicación es algo más complejo que el simple hecho de hablar y escuchar, de enviar y de captar lo enviado, y eso es algo de lo que nos hemos dado cuenta poniendo en práctica el ejercicio que a continuación voy a explicar y analizar desde varios puntos de vista.

El primer día que pusimos este ejercicio en práctica, no sabíamos muy bien cual era el objetivo. Se nos dijo que tendríamos que hacer caso de lo que una compañera nos contara, que dicha compañera dictaría una cosa que había escrita o dibujada en un folio que nosotros no podíamos ver, tan solo ella, y que únicamente ella podría dar explicaciones sin gesticular ni usar las manos, de lo que viera en el folio dibujado, y nosotros situados enfrente de ella dibujaríamos lo que  dijese. Lo que en aquel folio había escrito era un dibujo de formas geométricas. Todos sabemos que es cuadrado, un rectángulo, un rombo, un  círculo… Todos creemos saber que es todo aquello hasta que tienes que ajustarte a unas medidas, a un espacio, sin ningún tipo de guía, tan solo una voz que te trasmite lo que ella ve desde su realidad, por lo que a veces una línea horizontal se convertía en una línea vertical fruto de la tensión de no saber explicar lo que tienes delante, producto de la frustración de no poder trasmitir lo que estas viendo.

 El ejercicio comienza con los cinco sentidos puestos en él, tanto por parte del emisor como del receptor, pero llega un momento en el  que el canal de comunicación empieza a quebrarse, aparece la frustración de no saber como decirle a las personas que tienes enfrente como tienen que hacer el dibujo que tienes delante, empieza también la frustración de no entender lo que el emisor te intenta trasmitir, y lo que en un principio aparece como frustración va tiñéndose de enfado por no ser  capaz de entender lo que se te dice. Y lo que en un principio es frustración, y más tarde enfado, acaba por ser desesperación.

Hablo desde la experiencia de haber estado tanto al frente del dictado, como copista de lo que se me trasmitía. Tal vez todos estos sentimientos de frustración enfado y desesperanza queden mas exagerados al ser escritos aquí, pero es cierto que esos tres sentimientos son tres pasos que se siguen si el canal de comunicación se ve mermado por algún factor.

 Analicemos esos factores: ¿por qué somos incapaces de lanzar y recibir el mensaje correctamente? No solo interviene el emisor en el hecho de que el mensaje no sea bien captado, sino que también el receptor cumple un papel muy importante con su escucha. Es muy importante escuchar, no tanto el hecho de creer entender lo que oyes, si no de esperar a que lo que se esté diciendo acabe de ser dicho. No escucha solo aquel que entiende lo que se dice, si no aquel que deja terminar de hablar y piensa en lo que se le está diciendo. Y eso creo que fue uno de los mayores factores que entorpeció nuestro ejercicio y probablemente se vio acrecentado en el segundo ejercicio que hicimos.

El segundo ejercicio práctico que realizamos consistía en lo mismo, pero en este caso los receptores podían hacer de manera ordenada preguntas para guiarse mejor en el ejercicio. ¿Qué pasó? Pasó que ese turno de preguntas no fue en gran medida respetado, y ¿por qué pasó? Pasó por los tres sentimientos que antes he nombrado, por la frustración, por el enfado y por la desesperanza.

 Todos queremos hacerlo bien, todos somos impacientes, todos en algún momento arrebatamos a algún compañero la pregunta. El canal se rompió en el momento en el que nosotros fruto del enfado de no entender nada, olvidamos la escucha o directamente no la respetamos.

 Yo siempre digo que el enfado es la forma mas clara de individualización de la persona. Cuando una persona esta enfadada por algo, es incapaz de pensar en que tal vez no haya sido ella la única persona perjudicada con el problema, una persona cuando se enfada con alguien es incapaz de pensar en el dolor que a lo mejor tiene la otra persona, una persona enfada es incapaz de pensar en otra cosa mas que en la desgracia que ella tiene. Nosotros cabreados solo podíamos pensar que no sabíamos seguir el dibujo porque no nos estábamos enterando.

Este mismo enfado lo experimenté yo al ponerme al frente del dibujo. Traté de hacer tal y lo que había vivido en clase con una persona. Esa persona se puso delante de mí con un folio en mano y dibujó exactamente lo que yo decía. Hice la prueba de no ver lo que dibujaba (estaba muy segura de mi misma, de estar dictando claramente el dibujo) y esa seguridad se me derrumbó cuando acabo el dibujo y me lo mostró. Se había ajustado a todo lo que yo había dicho, y efectivamente, el problema era mio. Traté de hacer lo mismo cuando en clase pusimos en práctica el segundo ejercicio, y en mi casa lo puse en práctica con la misma persona a la que le había hecho el ejercicio anterior. En este caso esa persona podía preguntarme (cosa que fue peor) entonces yo como emisor empecé a sentir los tres pasos que he comentado antes, frustración, enfado y desesperanza.

Pero al fin y al cabo este tiene que ser el principio del camino, nosotros hemos decidido caminar por el camino de lo infantil, de lo pequeño, del tipo de educación más bonita que hay, la del niño pequeño. Y en esto consistirá nuestro día a día, en saber expresarnos correctamente, en enseñar a los niños todas las inquietudes que les surjan, y en saber hacerlo correctamente.

Como todo en la vida, esto no es más que cuestión de práctica e ilusión.