Como sabéis, este segundo bloque
que hemos estudiado trata de la literatura folclórica y de saber seleccionar y adaptar los textos para
infantil. De este bloque tengo muchas cosas que decir, porque es mucho lo que
he aprendido.
Antes de empezar todo lo que me sugería
la literatura folclórica eran ideas como que eran textos populares, que los
textos folclóricos provenían de la tradición
popular pero fueron creados en su mayoría para niños ¿quién no ha crecido entre
Caperucita Roja, La Bella y la Bestia, o Blancanieves?
Por otro lado estaba convencida de
que todas las historias folclóricas partían de una sola historia, creyendo que siempre
existía una primera versión. Tampoco me había parado a pensar en las
adaptaciones, no sabía muy bien en qué consistían. Ahora estoy convencida de
que he aprendido una de las técnicas que
deberían ser fundamentales y exigibles en una maestra infantil.
Saber adaptar
un texto dependiendo de los niños que tengas delante (me vais a perdonar por la
expresión) pero considero que es una
herramienta brutal que abre un mundo de
posibilidades que garantizarán lo más importante, hacer felices a nuestros
niños.
Me gustaría destacar que me
sorprendió mucho saber que los textos folclóricos no son infantiles en su
origen, y a raíz de aquí fui sorprendiéndome a medida que avanzábamos con el
tema, al descubrir miles de cosas que desconocía como la historia de caperucita
que no se sabe el origen pero probablemente relatase un miedo de los
pueblerinos por los lobos del bosque y las niñas en edad madura.
Me encantaría escribir y no parar
sobre muchas cosas que me han llamado la atención pero creo que debo dejar al
margen, porque en este blog escribe mi yo maestra.
Llamó mi atención también la manera
en la que se debe de hacer una adaptación, atendiendo como siempre a los
gustos, interés y etapa madurativa de nuestros alumnos. Escogiendo siempre, si
queremos hacer una buena adaptación, textos lo menos modificados posible.
Por último, y a nivel profesional
pero más aun personal creo que es muy importante que no se pierda el boca a
boca de todos esos cuentos, sería bueno que los cuentos folclóricos se sigan
transmitiendo de manera oral, esa es la magia, que cada persona lo cuente a su
manera.
Perfecto.
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